domingo, 2 de noviembre de 2008

Te vi pasar

Y te vi pasar de prisa
arrebujada en tu abrigo.
Era una tarde de invierno.
Era una tarde de frío.

Y los recuerdos, de pronto,
en el pecho me nacieron.
Y escuché tu voz nombrarme
dulce, muy dulce, de nuevo.

Y me perdí en aquel tiempo
donde se vive soñando.
Donde la vida, es tan sólo,
pétalos blancos de nardos.

Y corrió tu fresca risa
por un instante en el viento.
Y otra vez latió con fuerza
mi corazón casi muerto.

…Y te vi pasar de prisa
arrebujada en tu abrigo.
Era una tarde de invierno.
Era una tarde de frío.

No hay comentarios: