Hay una sombra que anda a mi lado.
Y no es la sombra lo que me asombra.
Sino es que sepa, que es una sombra,
que mi persona no ha reflejado.
Hay una sombra que se ha arrimado
muy quedamente junto a mi sombra,
y allí en silencio, sombra con sombra,
muy tiernamente se han abrazado.
Hay una sombra que anda a mi lado.
¿De dónde vino…? ¿Qué es esa sombra…?
Pues me parece, que es una sombra,
que sin dueño se hubo quedado.
domingo, 2 de noviembre de 2008
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