domingo, 2 de noviembre de 2008

Gris

No me gustan los días de lluvia.
Ni tampoco nublados los quiero.
Es tan lindo mirar una rosa
suspirando en los brazos de Febo…

No me gustan los días de lluvia
porque preso, sufriendo, me quedo.
En un tiempo, tan largo y tan triste,
que parece mil veces que muero.

No me gustan los días nublados
porque aquietan del pájaro el vuelo.
¿De qué sirve un poeta sin lira…?
¿De qué vale un volcán sin su fuego?...

No me gustan los días de lluvia.
Me hace daño su ruido y su viento.
Y no quiero los días nublados
porque todo parece tan muerto…

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