domingo, 2 de noviembre de 2008

Gracias

Muchas veces, hablándole a las flores,
contarles quiero a ustedes qué me pasa.
Les digo que me encanta su belleza
y una voz misteriosa dice: ¡GRACIAS…!

Otras veces, coméntole a los pájaros
de que llegan al alma cuando cantan.
Y de nuevo aparece misteriosa
esa voz que me dice siempre: ¡GRACIAS…!

Y así, con todo cuanto hay en la tierra,
Sin olvidarme de las quietas plantas,
cada vez que un halago manifiesto
una voz, misteriosa, dice: ¡GRACIAS…!

¿Será la voz sublime de Natura
que me responde por ser madre sabia…?
¿Será su voz, quien me habla conmovida,
dignándose a brindarme la palabra…?

Pues si es así. me inclino reverente.
Y ante sus pies, con la cabeza gacha,
henchido de emoción y de alegría,
con los ojos llorosos digo: ¡GRACIAS…!

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